LIBERTAD DE PRENSA
En medio de una discusión, Voltaire, le dijo a uno adversarios: “No estoy de acuerdo con tus ideas, pero defenderé con mi vida tu sagrado derecho a expresarlas”.
Tomé conocimiento de este pensamiento cuando todavía era un adolescente y aunque ya han pasado muchos años de aquel momento, sigo aferrado a esa enseñanza.
Y en esto días, donde tanto se ha hablado de la libertad de expresión, de prensa y de empresa, volvieron a mí, aquellas palabras de Voltaire.
El pasado domingo, una, diez, o cien personas, quisieron decidir que diario debían leer o dejar de leer, unos dos millones y medio de argentinos. Aunque se quiso hacerlo aparecer como un conflicto gremial, lo cierto es que a la Señora Presidente le molestó que el diario no publicara la solicitada del día 24 de marzo. La libertad, también es llamar a las cosas por su nombre.
El martes, uno, diez, tal vez veinte personas, quisieron decirle a muchos de los treinta millones de venezolanos y de muchos otros habitantes de la tierra, que méritos tenía el Presidente Hugo Chávez, para recibir un premio “a la trayectoria en la comunicación social”. Digo “quisieron” decirle, porque la propia Decana de la Facultad, señaló tenía dificultades para comunicar los argumentos que llevaron a la elección del premiado.
La libertad, es ese don, que debiera permitirnos por igual, a unos leer el diario que deseen y a otros, aprobar la gestión del presidente.
No son solamente dos hechos aislados. Hace algunas semanas, uno, diez o no importa cuantos, intelectuales iluminados, quisieron impedir que Mario Vargas Llosa hablara en el acto de apertura de la próxima feria del libro, porque seguramente iba a expresar críticas al modelo de gobierno de Argentina.
Y volví a creer en el pensamiento de Voltaire. Porque piensas distinto de mi, es porque estoy dispuesto a morir para que te expreses libremente.
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